Hermanos: Invoquemos ahora confiadamente a Dios Padre y pidámosle que escuche nuestra oración por los nuevos esposos N. y N., por la Iglesia universal y por toda la familia humana.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que Dios les conceda a N. y N. salud y paz, trabajo y alegría, roguemos al Señor. R.
Para que, apoyados en la fuerza divina, hagan de su casa un hogar acogedor, verdadera Iglesia doméstica, roguemos al Señor. R.
Para que, viviendo la intimidad de su hogar, no sean insensibles a las necesidades y sufrimientos de la gran familia humana, roguemos al Señor. R.
Para que sean padres responsables y sepan educar a sus hijos en la rectitud de carácter y en la integridad de la fe, roguemos al Señor. R.
Para que los papás de N. y N. se alegren al contemplar el Matrimonio de sus hijos y vean en él el coronamiento de sus esfuerzos por educarlos, roguemos al Señor. R.
Para que todos los familiares y amigos de los nuevos esposos, que los han precedido ya en la morada eterna, gocen de la felicidad sin fin en compañía de los santos, roguemos al Señor. R.
Para que toda la familia humana sea cada día con mayor intensidad lugar de convivencia pacífica y cordial, y para que la Iglesia de Jesucristo sea cada vez más comunidad de fe, de oración y de caridad fraterna, roguemos al Señor. R.
Señor Dios todopoderoso,
que desde el principio del mundo
santificaste la unión matrimonial,
escucha nuestra oración
y haz que los nuevos esposos N. y N.
consigan con abundancia
los bienes que para ellos te hemos pedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oremos, hermanos, a Dios Padre y pidámosle que llene con sus dones a estos nuevos esposos y mire con bondad a toda la familia humana.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que la unión de N. y N. llegue a ser para todos signo vivo del amor de Jesús por su Iglesia, roguemos al Señor. R.
Para que vivan siempre en la fidelidad que hoy se han prometido y su amor no decaiga nunca, roguemos al Señor. R.
Para que su Matrimonio se vea enriquecido con una descendencia feliz que sea alegría para el mundo y gozo para su hogar, roguemos al Señor. R.
Para que los familiares y amigos de los nuevos esposos participen de su alegría, aquí en la tierra, y los difuntos que ellos amaban gocen de la felicidad del Reino de Dios, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, en su gran Misericordia, bendiga a su Iglesia, santifique a sus ministros, sea ayuda de los que sufren y llene el mundo entero con sus dones, roguemos al Señor. R.
Escucha, Señor, nuestras oraciones
y concede con abundancia
a los nuevos esposos N. y N.
los bienes que para ellos te hemos pedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Invoquemos, hermanos, confiadamente a Dios, nuestro Padre, autor de todos los bienes, y pidámosle por los nuevos esposos N. y N. y por las necesidades de todos los hombres.
Después de cada petición respondemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que N. y N., que acaban de celebrar con gozo su Matrimonio, se mantengan siempre firmes en la fidelidad y constantes en el amor mutuo, roguemos al Señor. R.
Para que sepan amarse como Cristo ama a su Iglesia y estén siempre dispuestos a ayudarse y honrarse mutuamente, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor les conceda acierto en la educación de sus hijos, y sabiduría para administrar su hogar, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor bendiga a la Iglesia, sea fuerza y consuelo de las familias que sufren a causa de las enfermedades o desavenencias y acoja en su Reino a los que ya han abandonado este mundo, roguemos al Señor. R.
Escucha, Señor, nuestras oraciones
y derrama con abundancia tus dones
sobre los nuevos esposos N. y N.;
aparta de ellos todo mal
y haz que vivan felices
bajo tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oremos, hermanos, por las necesidades de la santa Iglesia y de todo el mundo, y encomendemos especialmente a nuestros hermanos N. y N., que acaban de celebrar con gozo su Matrimonio.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Por la santa Iglesia, para que Dios le conceda ser siempre la esposa fiel de Jesucristo, roguemos al Señor. R.
Por los nuevos esposos N. y N., para que el Espíritu Santo los llene con su gracia y haga de su unión un signo vivo del amor de Jesucristo a su Iglesia, roguemos al Señor. R.
Por nuestro hermano N., para que sea siempre fiel al Señor como Abraham y admirable por su piedad y honradez como Tobías, roguemos al Señor. R.
Por nuestra hermana N., para que sea siempre irreprensible en su conducta, brille por su dulzura y pureza, humildad y prudencia, roguemos al Señor. R.
Por todos los Matrimonios, para que, en el amor mutuo y en la fidelidad constante, sean en nuestra sociedad fermento de paz y unidad, roguemos al Señor. R.
Por los miembros de nuestras familias que han muerto en la esperanza de la resurrección, para que Cristo los acoja en su Reino y los revista de gloria y de inmortalidad, roguemos al Señor. R.
Padre santo, concede a estos hijos tuyos
que en ti confían,
los dones de tu Santo Espíritu,
para que sean fieles en su mutuo amor
y vivan en paz todos los días de su vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oremos, hermanos, a Dios Padre, de quien viene toda bendición, para que colme de gozo y paz a los nuevos esposos, a cuantos estamos aquí reunidos, a la Iglesia universal y a todos los hombres de la tierra.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que todo el pueblo cristiano progrese en santidad, roguemos al Señor. R.
Para que nuestros hermanos N. y N., que se han unido en Matrimonio, vivan con salud y prosperidad, roguemos al Señor. R.
Para que su Matrimonio sea santificado como el de Caná de Galilea, roguemos al Señor. R.
Para que Dios les dé hijos que sean siempre su gozo y su corona, roguemos al Señor. R.
Para que tengan un amor perfecto y una paz y felicidad estables, roguemos al Señor. R.
Para que todos los que se preparan al Matrimonio tengan conciencia de las exigencias de la fidelidad y del amor, roguemos al Señor. R.
Para que todos los Matrimonios, en el amor mutuo y en la fidelidad constante, sean en nuestra sociedad fermento de paz y unidad, roguemos al Señor. R.
Dios todopoderoso,
mira propicio a estos hijos tuyos,
consérvalos unidos en tu amor,
concédeles los dones de tu gracia,
a fin de que, después de esta vida,
merezcan llegar [en compañía de sus hijos]
al lugar de la eterna felicidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oremos, hermanos, a Dios, nuestro Padre, y, llenos de confianza, pidámosle que derrame sobre los nuevos esposos N. y N. los dones de su bondad y conceda al mundo su ayuda.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que el Señor, con su amorosa presencia, santifique constantemente el nuevo hogar de los esposos N. y N., tal como bendijo las bodas de Caná de Galilea, roguemos al Señor. R.
Para que nuestros hermanos que acaban de celebrar su Matrimonio gocen de una felicidad abundante y estable, y encuentren en el Evangelio la norma de su nueva vida, roguemos al Señor. R.
Para que Dios haga que su unión sea siempre un símbolo claro y constante del amor de Cristo por su Iglesia, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor conceda a los papás de los nuevos esposos ver en el Matrimonio de sus hijos el coronamiento de sus esfuerzos por educarlos, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor conceda a los [abuelos, papas] familiares y amigos de los nuevos esposos, que los han precedido en las moradas eternas, gozar de la felicidad sin fin, roguemos al Señor. R.
Para que Dios conceda a los ministros de la Iglesia anunciar con valentía el mensaje de salvación y conceda a toda la familia humana abundancia de paz y bienestar, roguemos al Señor. R.
Escucha, Señor, nuestras oraciones
y concede a los nuevos esposos,
que sólo en ti confían,
compartir una vida larga y feliz,
ser siempre fieles el uno al otro,
conservar el amor en la unidad
y llegar, después de esta vida,
a la felicidad eterna de tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oremos, hermanos, a Dios, Padre nuestro, de quien toma nombre toda paternidad en el cielo y en la tierra.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que los nuevos esposos N., y N. vivan siempre en la mutua fidelidad, tal como hoy se han prometido ante Dios y ante la Iglesia, roguemos al Señor. R.
Para que el Creador de todas las cosas bendiga su amor con el brote de nuevas vidas que sean la alegría de su hogar, roguemos al Señor. R.
Para que su amor no se debilite con el egoísmo, sino que sea irradiación de verdadera caridad hacia todos, roguemos al Señor. R.
Para que los [papás,] familiares y amigos de los nuevos esposos participen de su felicidad aquí en la tierra y con ellos sean admitidos en las nupcias celestiales, roguemos al Señor. R.
Terminemos nuestra oración acordándonos de los pobres, los enfermos, los que se sienten solos, de las familias con problemas y de todos los que sufren, para que Dios remedie sus necesidades, roguemos al Señor. R.
Escucha, Padre, nuestra oración
y concede a los nuevos esposos N. y N.
los bienes que desean
y que para ellos te hemos pedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oremos, hermanos, a Dios, nuestro Padre, y pidámosle que, en su gran bondad, conceda sus bienes a los nuevos esposos N. y N. y llene a toda la familia humana con sus dones.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que el Señor fortalezca constantemente el amor de los nuevos esposos N. y N. y les conceda vivir siempre unidos en el gozo y en el dolor, roguemos al Señor. R.
Para que les conceda acierto en la formación de sus hijos y para que los sepan educar en la salud del cuerpo, en la rectitud humana y en la integridad de la fe, roguemos al Señor. R.
Para que su hogar dé testimonio perseverante de la fe cristiana y sea para el mundo reflejo luminoso del amor de Dios, roguemos al Señor. R.
Para que, en medio de las dificultades y tentaciones que los rodearán, mantengan segura la esperanza, firme la fe y viva la caridad, roguemos al Señor. R.
Para que Dios conceda a toda la familia humana la paz y el bienestar, y conceda a la Iglesia poder anunciar sin dificultades el Evangelio a los pueblos, roguemos al Señor. R.
Dios nuestro, que desde el comienzo del mundo
santificaste el Matrimonio,
escucha las oraciones de tu pueblo
y concede a los nuevos esposos N. y N.
vivir siempre unidos en el amor
y firmes en la fidelidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Oremos a Dios Padre, de quien procede toda paternidad, para que bendiga el amor de estos nuevos esposos y llene con sus dones a toda la familia humana.
Después de cada petición responderemos:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que los nuevos esposos N. y N. guarden inquebrantable la fidelidad que se han prometido ante el altar, roguemos al Señor. R.
Para que su amor se vea enriquecido con una descendencia feliz, roguemos al Señor. R.
Para que su hogar resplandezca por la caridad y sea ante el mundo un testimonio de la bondad de Dios, roguemos al Señor. R.
Para que a través de las dificultades de esta vida, mantengan segura la esperanza, firme la fe y ferviente la caridad, roguemos al Señor. R.
Para que todos los presentes, y especialmente los familiares y amigos de estos nuevos esposos, participemos aquí en su felicidad y seamos admitidos con ellos a la dicha eterna, roguemos al Señor. R.
Para que la santa Iglesia de Dios sea rica en frutos del Espíritu Santo, conserve siempre el gozo, la paz y el amor y manifieste así al mundo la presencia en ella de Cristo, roguemos al Señor. R.
Para que, los que carecen de bienes para el cuerpo o de amor para su espíritu y los que padecen discordias familiares encuentren en Dios su ayuda y consuelo, roguemos al Señor. R.
Escucha, Padre de bondad, nuestra oración
y derrama tu gracia sobre estos esposos:
aparta de ellos todo mal y todo pecado,
alégralos con la abundancia de tus bendiciones
y haz que vivan siempre felices
en el tiempo y en la eternidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.